En esto, se dio cuenta el abuelo: ¿Dónde
está la manopla? ¡No la tengo! Se fue a
buscarla. Vuelta para atrás. El perro va delante. Corre que
correrás. Corre que te corre, y sopla: En la nieve está
caída la manopla. Y parece que se mueve. Ladra el perro: ¡Guau-guau-guau! Todos se
dan el gran susto, de la manopla saltan al punto. Y todos, como pudieron, por
el bosque se perdieron. En esto, llegó el abuelo y recogió la
manopla del suelo. |